Mi experiencia en analizar e informar sobre mercados y líderes durante más de una década me dice que los inversores se han sumergido por completo en una burbuja tecnológica impulsada por la inteligencia artificial.
A pesar del buen año de la bolsa de Nueva York, los estrategas de Wall Street no terminan de quitarse el miedo e inclinarse por un optimismo que, según algunos, está más que justificado.